DIAGNÓSTICO INTEGRAL "REFLEXIÓN"

 

DIAGNOSTICO INTEGRAL

Cuando comenzamos en la docencia, que en mi caso no es hace mucho tiempo, lo que te decían era que debías, a cada comienzo de clases, hacer evaluaciones diagnóstico para saber que conocimientos previos traía el alumno; en dos semanas con diferentes actividades evaluar saberes y a raíz de eso confeccionar un informe sobre el grupo de alumnos. Con el paso de los años, se fueron haciendo hincapié sobre diferentes capacidades como comprensión lectora, producción de textos, elaboración de síntesis, etc. Pero hasta ahí llegaba.

Muchas veces me enfrente a un sinfín de situaciones problemáticas, y a medida que iba conociendo a mis alumnos y el contexto con el que convivían iba comprendiendo el porqué de sus falencias en ciertos temas  o el poco dominio de otras, por lo que empecé a tomar apuntes de las capacidades o conductas que yo veía en mis alumnos y las volcaba en una planilla mía, sin saber que existía el diagnóstico integral, que englobaba no solo la dimensión cognitiva sino también una psicológica y que me permitiría ver al alumno en todas su facetas, así como la institución en sí. Por eso de ahora en más, será enriquecedor ponerlo en práctica en cada inicio lectivo y poder conocer así la situación socioemocional por la que atraviesa el alumno, más allá de saberes previos y como es el accionar de la institución para con ellos. Herramientas como estas son las que  me ayudaran a como aprender a vivir en un mundo incierto cuyo nivel de incertidumbre es cada vez mayor y  que con su aplicación me permitirán  comprenderlo y transformarlo, como Morín una vez enseñó, actuar con flexibilidad.


Los MEJORES maestros son aquellos que te enseñan dónde mirar, pero no te dicen  qué ver”. – Alexandra K. Trenfor