COEVALUACIÓN (EVALUACIÓN DEMOCRÁTICA)
El tema evaluación siempre recae en lo mismo, pruebas
estandarizadas, las cuales se resuelven con conceptos memorizados, y con el
sentimiento de temor de aprobar o no con una calificación cuantitativa. Aunque
en mi caso siempre apunto a que el aprendizaje sea holístico y lograr así una
comprensión global del tema para luego saber cómo aplicarlo en resolución de
problemas, logrando un aprendizaje más profundo y no tan superficial como lo es
en la mayoría de los casos. Pero no es fácil muchas veces me he tenido que
armar y desarmar para reflexionar sobre mi propia practica y ver cómo
desarrollar los conceptos con una óptica más sencilla y aplicable a la realidad
y de esa forma motivar a mis alumnos.
Si hay algo que aprendí y sigo aprendiendo con el
profesorado es que no solo calificando obtengo resultados. Hay muchas formas de
implementar la participación democrática en las aulas y que no deja de ser una evaluación
formativa y enriquecedora, como lo es la autoevaluación y coevaluación, en esta
última se favorece el encuentro con el otro a través de un diálogo abierto, ya
que permite evaluar el trabajo de un alumno a través de la observación y
determinaciones de sus pares, poniéndose por un momento en el papel de docente
sintiéndose realmente partícipes del proceso de aprehensión de contenidos y no
meros asistentes de una clase. Cumpliendo con criterios de evaluación ya
establecidos los estudiantes al coevaluarse logran beneficios como
retroalimentaciones uno al otro, desarrollo de un pensamiento crítico, y llegan
a ser muy responsables a la hora de valorar el desempeño de su compañero sin
dejar de ser empáticos en momentos de conflicto.
La implicación del alumno en la evaluación tiene un gran
valor formativo y puede ser un instrumento efectivo para que como docente
reflexione sobre mis prácticas y es por
ello que comenzare a utilizarlas.
"LA VERDADERA SABIDURIA ESTA EN SABER QUE NUNCA TERMINAS DE APRENDER"